Coincidieron en algunos puntos y fueron civilizados. Pero dejaron en claro sus diferencias ideológicas. Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, uno de los principales operadores jurídicos del Presidente, señaló que Mauricio Macri “hizo muchas cosas y necesita un segundo mandato para terminarlas”.
El otro, Juan Grabois, rebelde kirchnerista, no dejó pasar el comentario y como buen “provocador”, le contestó: “Somos nosotros los que tendremos que hacer un esfuerzo para que (Macri) no se vaya antes, y esperar que Cristina (Fernández), lo aplaste en las elecciones”.
Sucedió anoche en la enorme sala Borges de la Rural, llena en apenas un cuarto de su extensión por personas de origen humilde, durante la original presentación del libro de Grabois “La clase peligrosa, relatos de la Argentina oculta”.
Grabois leyó algunos tramos de su libro, e invitó a protagonistas del mismo a que subieran al estrado y relataron cómo se vive en los barrios marginales, con incendios que provocan muertes, falta de agua potable y calles de tierra; sobre las vejaciones que deben soportar las mujeres cuando visitan a sus esposos en las cárceles o los trabajos agrícolas mal pagos por parte de propietarios que viven de renta.
Con un tono moderado, Grabois prometió “recuperar” el predio de la Rural cuando “gane Cristina”, luego de afirmar que el mismo “está siendo ocupado fraudulentamente”.
A Simón lo presentó como “diputado del PRO al Mercosur”. Pidió respeto para él «y todo el mundo» porqué “es necesario comprender la realidad”.
De perfil bajo, “Pepín” Simón, quien intervino en resonantes casos (nombramientos en la Corte Suprema y litigio con el Correo, entre otros), contó que conoció “a Juan, en 2008”. Pertenecía a la plantilla del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, y recorría las calles de noche, para constatar la actividad de los cartoneros.
Dijo que de inmediato se puso de acuerdo con Grabois en tres aspectos: los funcionarios deben estar al servicio de la gente y no al revés; no es indigno el trabajo de un cartonero y se debe evitar la presencia policial.
Indicó que hubo progresos en esa labor. Acotó que se pudo organizar la tarea y se logró sacar a los chicos que viajaban arriba de los carros de los cartoneros.
“Nos dicen que somos opresores pasivos, pero somos conscientes de las injusticias y de la pobrezas existente en asentamientos populares”, expresó Simón.

Tras remarcar que con Grabois no sintoniza ideológicamente, exhortó a no pelear. “Hay que ponerse de acuerdo y no utilizar la violencia, porque perjudica tanto al gobierno como a los oprimidos”.
No se amilanó al final de su corta exposición, Subrayó que Macri “hizo muchas cosas y hay trabajos que quedarán para su segundo mandato porqué debe terminar lo que empezó” . A Simón lo aplaudieron muy poco y hasta se escuchó algún silbido.
Cuando descendía por la escalinata, Grabois contraatacó. Señaló que sus propios compañeros a veces lo cuestionan, pero que él sabe que los sectores de Patria Grande y Economía Popular tendrán “que hacer un gran esfuerzo para que (Macri) no se vaya antes, y esperar que Cristina lo aplaste en las elecciones”. El cruce, no impidió que posaran juntos para una foto.
Tuvo Grabois duras consideraciones hacia los mil propietarios constituidos en sociedades anónimas y dueños de millones de hectáreas. «Se dedican – endilgó – a exportar, liquidar y llevarse la plata, sin importarles la Patria”.
Y en elíptica respuesta a Simón, sostuvo que “en el actual contexto” rechaza la violencia. “Pero si nos invaden los marcianos o los norteamericanos, seguro que resistiríamos con alguna forma de violencia”.
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