La COB, afín a Evo, anunció una tregua hasta las presidenciales del 18 de octubre

La Central Obrera Boliviana (COB) anunció hoy una pausa en los cortes de rutas que causaban escasez de insumos médicos en plena pandemia, tras la aprobación de una ley que fijó para el 18 de octubre las elecciones generales.

En tanto, una caravana convocada por organizaciones cívicas de Santa Cruz salió a desbloquear una de las principales carreteras que comunica a esta región boliviana con el resto del país, cortada por sectores sociales que rechazan la nueva postergación de elecciones en Bolivia.

El Comité Pro Santa Cruz, una organización cívica de la mayor y más poblada región de Bolivia, se reunió en los pies del monumento del Cristo Redentor para trasladarse hacia la zona de Tiquipaya, a varias horas de la ciudad, y comenzar con el desbloqueo de carreteras, cerradas por más de doce días en rechazo a la nueva fecha de elecciones del 18 de octubre.

La concentración, con algunos jóvenes formando con ropas de estilo militar, dio paso a una marcha en moto y en autobuses, entre otros vehículos, que fue despedida con música, cánticos y algunas bengalas.

El líder de la COB, Carlos Huarachi, afirmó que el objetivo de la tregua es «darle un cuarto intermedio (pausa) al conflicto a nivel nacional hasta el 18 de octubre», fecha de los comicios generales.

«Instruimos a los movilizados para verdaderamente pacificar (el país)», agregó en rueda de prensa el sindicalista, cuya organización es afín al expresidente izquierdista Evo Morales (2006-2019).

La COB y otros movimientos de campesinos e indígenas protestaron por los tres aplazamientos que han tenido los comicios a raíz de la pandemia, pues estiman que perjudican al candidato izquierdista Luis Arce.

Originalmente la votación fue convocada para el 3 de mayo y luego fue movida para la primera semana de agosto, después para el 6 de septiembre y finalmente para el 18 de octubre.

Huarachi explicó que con la ley aprobada esta semana por el Congreso, dominado por el partido de Morales, y luego promulgada por el gobierno y ratificada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), se garantiza que no habrán más aplazamientos.