El pie lo dio un televidente del barrio de Flores en el programa conducido por Carolina Papaleo y Julián Weich, por Canal 9. Le preguntó si es verdad que le lleva seis horas hacer «un buen tuco». Por un instante, Ranni dejó de sonreír y se sumergió en una apasionada explicación con por lo menos dos secretos: cocinar la cebolla “hasta hacerla desaparecer” y endulzar la salsa no con azúcar, sino con zanahoria rallada.
“Nunca escuché la preparación de un tuco con tanto dramatismo: parece to be or not to be”, lanzó Weich en referencia a la primera línea del soliloquio de Hamlet, de William Shakespeare.
“Es que es así… el tuco se hace así…una vez vino un señor que escribía sobre psicología a entrevistarme cuando grabábamos Zona de Riesgo al teatro Liceo». La cosa fue por ese lado. “Y sí – le dije – a mí el tuco me lleva como 4 horas… es como ir al psicólogo, estar 4 horas y no salir bien del consultorio… es más o menos lo mismo…”, se confesó dando rienda suelta al jolgorio.
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