Cristina cumplió con la Corte (de Rosatti) para poner consejero propio

Por Ignacio Zuleta (Zuleta sin Techo)

Cristina de Kirchner encontró la cuadratura del círculo. Dividió el bloque peronista del Senado en dos. Habrá un bloque presidido por José Mayan y otro por Juliana di Tullio (Unidad Ciudadana). Con esa martingala aspira a poner por Unidad Ciudadana al representante del Consejo de la Magistratura por la segunda minoría. Oscar Parrilli, con toda seguridad (NR: fue Martin Doñate). Esa división reconstruye el formato anterior de 2019. Desplaza al PRO como segunda minoría, que propone a Luis Juez. El bloque mayoritario es el de Mayans y la primera minoría es la UCR. Si este procedimiento camina, el oficialismo tendría 10 representantes.

Ahora debe mover Sergio Massa. El jefe del bloque PJ, Germán Martínez pidió se estudie quién debe representar a la Cámara baja. Massa prometió firmar la propuesta de la radical Roxana Reyes, pero no cumplió diciéndose enojado con una presentación de Elisa Carrio (NR: el dirigente del FdT aceptó esta tarde el pedido del interbloque de la UCR para que prospere el acceso de la santacruceña).

LEER MÁS:

El juego de la gallina

Como un choque de poderes entre la Corte y el Gobierno, tipo «el juego de la gallina» remedando una película del desaparecido rebelde sin causa, James Dean, pinta hoy Lejtman la lucha por el control del Consejo de la Magistratura.

Un detalle: la cantidad de Senadores del bloque cristinista de Di Tullio es superior a la cantidad de quienes aprobaron el acuerdo con el FMI. Otro: la mayoría de los senadores de los dos bloques no fueron consultados sobre de qué lado de la vereda quedaban. Una trivialidad, porque ninguno tiene un juego distinto al de Cristina en el Consejo.