No caer en la trampa y avivar a los demás

A Jesús lo querían enganchar en alguna contradicción y le tienden una trampa. Jesús con la sabiduría del maestro y la astucia del predicador los esquiva y los deja pagando. Al César lo que es del César y a Dios que es de Dios.

¿Cuántas veces frente a situaciones parecidas necesitamos de la sabiduría y de la astucia de Cristo? Nosotros que vivimos en su hogar tenemos que definir nuestro camino de recuperación para no quedar entrampados con aquellas personas que no quieren nuestro bien.

Lo que es de Dios nos ilumina nos purifica nos hace vivir la vida como él manda, recuperamos lo mejor de nosotros mismos. Y sabes que así como Jesús nos aviva para no vivir entrampados también podemos seguir avivando a aquellos que viven confundidos y que son gente que queremos que paran en la esquina que fueron nuestros amigos y nos da pena verlos así.