Reflexión

Cuando la sociedad del conocimiento iguala a la sociedad de la ignorancia

Sergio Sinay, nos interpela: el verdadero conocimiento es aquello que permite producir un hecho comprendiendo su contexto, su entorno, su "más allá". Explica por qué su contracara es la sabiduría.

Por Sergio Sinay

Conocimiento es una de esas palabras que se pone de moda y después se repiten metiéndolas como muletilla en cualquier conversación. Una palabra “mazamorra”, según llamaba Edward De Bono (1933-2021), estudioso de los mecanismos del pensamiento, a esos vocablos que inflan las frases sin alimentarlas con sentido. ¿Qué es en realidad el conocimiento? Sven Birkerts, ensayista y crítico cultural estadounidense, lo define muy bien en su libro titulado “A otra cosa”. El verdadero conocimiento, dice Birkerts, es aquello que permite producir un hecho comprendiendo su contexto, su entorno, su “más allá”. Sería algo así como la suma de información más pensamiento crítico.

Lo que hoy tanto se cacarea como conocimiento está lejos de eso. No es más que acopio y empacho de información. Un atracón difícil de digerir, que atenta contra la posibilidad de comprender la realidad y a menudo produce la sensación de que esta nos sobrepasa, nos ahoga y es inmanejable. Y se exige que, como todo en una sociedad competitiva y materialista, sea “productivo”. Se debe adquirir conocimiento para producir, no para comprender. Y quien no lo hace queda afuera de la carrera. Una carrera hacia ninguna parte, pero obligatoria para “existir”. Consecuencias: estrés, angustia, miedo, “burn out”, depresión.

LEER MÁS:

En esa situación se anulan el tiempo y las condiciones necesarias para reflexionar, para imaginar, para contemplar. Muerta la imaginación, apagada la contemplación serena, con el tiempo convertido en una cinta para correr y no en un sendero por donde fluir, la imaginación se seca. La información se acelera, desborda, atora. Nos cubre, nos ahoga, tapa los ojos y los oídos. Impide ver la realidad de la vida. Y así la “sociedad del conocimiento” (otra etiqueta entre miles) termina por ser la sociedad de la ignorancia. Quizás sea necesario “conocer” menos para saber más. Porque la otra cara del conocimiento es la sabiduría.

0 comments on “Cuando la sociedad del conocimiento iguala a la sociedad de la ignorancia

Deja un comentario