Argentina Política

Macri se envalentona y va por un acto en el Obelisco, como Alfonsín en el ´83

El Presidente estuvo en Neuquén, cantando con una multitud: "esto se da vuelta". El intendente dijo que el peronismo "es un populismo peligroso como una yarará".

Los mensajes de Mauricio Macri, que seducen a una clase media que congenia con la paz, la libertad, la honestidad, la construcción y no la destrucción y la garantía de la no impunidad, son simples. Se asemejan a los de un predicador o de un director de orquesta haciendo vibrar a multitudes cantando “esto se da vuelta”, en alusión a la osadía de achicar la diferencia que el peronismo le sacó en las PASO del 11 de agosto, y forzar un balotaje. Lo que ocurrió ayer en Neuquén, fue calcado de otras manifestaciones que podrían culminar en una más «espontánea»: el sábado 19 de octubre en el Obelisco, intentando emular la previa e impresionante de Raúl Alfonsín, que lo catapultó a la Presidencia, después de años de dictadura militar, venciendo a Ítalo Luder, del Partido Justicialista.

Ver para creer. No es la percepción de la sociedad, de los trabajadores ni de los empresarios. Incluso en el exterior ya muchos ponen fichas a la fórmula de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Empero, hay inconvenientes geoestratégicos que afloran: el propósito de Estados Unidos, Brasil y otros países de terminar con el régimen venezolano de Nicolás Maduro, más el conflicto volcánico desatado por estas horas en Ecuador, ubica a Macri en un contexto que goza del amparo de Donald Trump y Jair Bolsonaro ¿Alguna sorpresa por ese lado? No son secretos los reparos del kirchnerismo – contradichos por Sergio Massa en su visita a Washington -, por la calificación de dictador que se da a Nicolás Maduro. El mismo Alberto, habló de un alineamiento con México y Uruguay, que ya encontró resistencia del embajador norteamericano en Buenos Aires, Edward Prado.

Así, pese haber sacado más de 15 puntos de ventaja, el Frente de Todos, tiene por delante una tarea ardua y difícil, a lo que se suman los problemas familiares de Cristina con su hija Florencia, que le hicieron retardar su regreso de La Habana, hasta el jueves. Para Trump, Bolsonaro y Macri, Cuba, Venezuela e Irán, conforman un eje despreciable.

Pechi Quiroga, candidato a senador: comparó al peronismo con una «yarará»

En Neuquén, con el intendente radical Horacio “Pechi” Quiroga, denostando “al peligroso populismo”, al que comparó con “una yarará”, Macri atacó por “panqueque” (postre apetecido) al dirigente sindical Guillermo Pereyra. Éste unas semanas lo apoyó y al poco tiempo se pasó al bando de Fernández. Pretende el dirigente petrolero revalidar como sea su banca de senador, a la que aspira el jefe comunal anfitrión, «Pechi» Quiroga.

Controlada la manifestación de los estatales, alentado por el ministro Guillermo Dietrich y el titular del Sistema Federal de Medios, Hernán Lombardi, Macri desplegó un repertorio conocido, empezando por afirmar que Neuquén, con Vaca Muerta, “se convertirá una potencia mundial de energía” que “derramará cientos de miles de puestos de trabajo” en la Argentina.

Las bases de su discurso, ya esbozadas en las Barrancas de Belgrano, en la capital federal, fueron: 1) somos parte de la solución; 2) necesitamos más tiempo (salvando las distancias, comparó lo que le sucede hoy en la Presidencia, con procesos que pasó en Boca y el Gobierno de la Ciudad); 3) dará comienzo a otra etapa, con crecimiento, creación de puestos de tareas y mejores salarios 4) hay que vencer los miedos y tener esperanza (“los defenderé hoy y siempre, con la energía que transmiten ustedes”, señaló); 5) las fronteras no serán un colador de los narcotraficantes (“fuera la droga de nuestra juventud”, clamó) 6) pidió fiscalizar y convencer a amigos, familiares y compañeros de trabajo que votaron con “bronca” el 11 de agosto; 7) también solicitó apelar a las redes sociales, sin agravios. Aquí trajo a la memoria la histórica elección de 1983, con la concentración en la 9 de Julio y llamó a obtener un récord de concurrencia a las urnas.

Repitió su plegaria a Dios y apostó “por las dos vidas”, un claro posicionamiento en contra del aborto, una bandera que tuvo en vilo al país el año pasado por un proyecto suyo para que diputados y senadores debatan el tema.

Alberto, a todo esto, se ubicó en las antípodas, tratando de congeniar la unidad peronista y “encender la economía” que Macri “apagó”. Cambiar la historia argentina para siempre, suena muy pretencioso. Pero mientras Macri continúa con su caravana, hay reposicionamientos y pactos en la oposición que se van urdiendo con mucho esfuerzo y temores de que una chispa provoque un incendio.

Periodista. Trabajó en Crónica, NA, DyN, Clarín, Televisión Pública, Canal 13, La Nación y en el diario Río Negro. Becado por la Universidad de Harvard, asistió a cursos de perfeccionamiento en Boston, Estados Unidos. Además estudió en Alemania y Francia.

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