¿Se debe prestar un libro? Recientemente, el exdirector de la Biblioteca Nacional, Alberto Manguel, dio una respuesta que Humanidad decidió compartir con sus seguidores. En una nota reciente, Hinde Pomeriac, consignó que el intelectual consideró que «prestar libros es convocar al delito».
Y dio su solución a tono con su talla: cuando un libro le gusta tanto como para que alguien querido lo lea, compra otro ejemplar o eventualmente regala el suyo, pero no lo presta porque sabe que no se lo van a devolver. Simplemente, Manguel se desprende de los libros. De hecho, acaba de anunciar que donará 40 mil ejemplares a la Universidad de Lisboa, para la formación del Centro de Esdtudios de Historia de la Lectura.
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En una videoconferencia desde Nueva York, Alberto Manguel, explicó al diario El País, que «necesitamos pensar para saber que estamos sobreviviendo».
«Todo libro que llega a mi biblioteca es como esos huérfanos que depositaban en la puerta de la iglesia: los recibo”, contó el admirador de Jorge Luis Borges, como dejó plasmado durante su paso por Buenos Aires.
Como hecho anécdotico, Manguel, un hombre muy preocupado por los problemas sociales, dijo que sólo una vez tiró un libro a la basura: American Psycho, de Bret Aaston, por «considerarlo infecto en el sentido concreto de la palabra». ¿Para qué agregar más?
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