El acuerdo-posibilidad que anunció el presidente Alberto Fernández para contar entre diciembre y enero con millones de dosis de vacunas contra el coronavirus elaboradas por la Federación Rusa, dejó heridos al ministro de Salud, Ginés González García y al empresario Hugo Sigman. Según el sitio La Política Online, ambos quedaron expuestos porqué habían explorado un contrato con Pfizer y AstraZeneca que el jefe de Estado se negó a firmar y derivó en el viaje secreto de la viceministra Carla Vizzotti a Moscú.
Esa público que el Gobierno argentino venía hablando de las vacunas con la compañía norteamericana Pfizer y la inglesa-zueca Astra Zenena, que son elaboradas junto con la universidad de Oxford. Ante los condicionamientos de esas empresas – subrayó LPO -, Alberto inició contactos paralelos con la administración de Vladimir Putin, dado lo avanzado de investigaciones contra el Covid-19 realizadas en ese país y coronadas con la inoculación Sputnik V.
Vizzotti viajó con dudas, pero luego de dos semanas de estudios, avisó al Presidente que el trabajo de los rusos era serio y vinieron las declaraciones del Presidente de hoy: «No le preguntamos a nadie qué ideología tiene la vacuna…solo si salva la vida de los argentinos…y si salva, vamos y la compramos y la inyectamos…».
Humanidad 
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