El abuso de poder, la defensa de los ideales, el espacio de la mujer, la influencia del dinero, son temas vigentes igual que hace 2400 años: todos están magníficamente representados, paradojalmente, en seis personajes (4 hombres y dos mujeres) en el monodrama Antígona, de Sófocles, que – adaptada por el peruano José Watanabe -, subió anoche al escenario en el Teatro de la Torre en Pinamar.
La actriz Marcela Melfi, desplegó dotes gestuales, corporales y vocales, en una obra para un escenario circular, donde se enfrentan los cambiantes derechos escritos por los seres humanos y los divinos, también interpretados por los hombres.
“El drama de Antígona – explicó Marcela Melfi -, debe llevarnos a tratar de resolverlo. Las diferencias no han sido tamizadas y hay que encontrar una respuesta a lo que sienten nuestros corazones y almas para cambiar las cosas que no están bien”.
El director Lito Melfi, explicó al fin del espectáculo que “pareciera que estuviéramos en presencia de un mamotreto histórico” y, sin embargo, el unipersonal se transformó en una vital obra breve, de una hora, ejercitada en pandemia, que ahora será llevada de gira por varias ciudades de Argentina y a un encuentro de teatro iberoamericano en octubre, en Galicia.
Humanidad 
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