Por Miguel Bonasso
Hasta alguien tan insospechado de «izquierdista» como Marcelo Longobardi, alerta sobre el peligro de que Javier Milei llegue a la Presidencia. Por su parte, Ernesto Tenembaum, que confiesa tener una buena relación con este nazi al que La Nación y Clarín cubren con el piadoso mote de «libertario», realiza con temor la misma advertencia.
¿Exageran? Ojalá, es una siniestra perspectiva que no es sensato descartar. Las condiciones para que emerja un monstruo marino de ese porte están dadas: el país afronta un nivel de inflación y una crisis económica estructural que se parece mucho a la que acabó con la República de Weimar y posibilitó, precisamente, el ascenso al poder del pintor fracasado Adolfo Hitler.
Para mayor semejanza existe un descrédito total de la clase política, a la que Milei bautiza como «la casta». Eso también ocurrió con la crisis de Weimar. Por si fuera poco, Alemania fue duramente castigada por las potencias occidentales tras la derrota en la Primera Guerra.
Argentina ha sido y es manoseada por Gran Bretaña y Estados Unidos y no solamente en relación con el tema Malvinas. En el imaginario popular crece la humillación de un país que debería haber sido una potencia. Para colmo hay muchísimos jóvenes, a los que los medios y una educación deficitaria han dejado en una completa ignorancia histórica.
Pero, sobre todo, lo más grave es que nadie sabe a qué niveles de terror puede aún subir la inflación y el consiguiente desplome de los ingresos. No se ve el final del túnel y se teme que la salida sea un precipicio.
Ante esa perspectiva suelen aparecer «los iluminados» y junto con ellos el público dispuesto a seguirlos y no sólo con las manifestaciones, sino también con los votos.
Adolfo Hitler no emergió gracias a un golpe de estado, sino que fue democráticamente elegido por el voto. ¿Qué hacer para evitar esa catástrofe?
Precisamente lo contrario de lo que quiere el establishment financiero que sigue usufructuando especulativamente con la crisis. Ir en el boca a boca, en la difusión por todas las redes posibles del peligro enorme para la paz social que significaría el ascenso de Milei, con medidas de arranque tan brutales como la eliminación del Banco Central, para que la banca buitre se sacuda hasta ese tímido control estatal y reine en forma absoluta y totalitaria en la escena económica nacional.
Es preciso que todos los que visualizamos la catástrofe nos pongamos de acuerdo por encima de las pequeñas ambiciones y los sellos partidarios, para proclamar que un ascenso de Milei a la presidencia es el fin de la democracia y la paz social en la Argentina.
Mira la pelotudez que escribís. 105% de inflación, 40% de pobres, dolar a 420, salarios miseria. Es a lo que nos llevaron 8 años de Macri y Alberto, pero de eso no dicen nada, prefieren quejarse de alguien que ni siquiera gobernó 1 día y lo comparan con Hitler, mientras se la chupan a los Putin, Castro y tantos dictadores. Milei 2023 y revienten zurdos de 4ta