Te insultan. Te pegan. Te maltratan. Te quieren acorralar. Pero vos mirá al cielo.
Allí no hay dolor ni tristeza. Tampoco felicidad. Se instala la armonía. Armonía y nada más.
Mirá al cielo, que te va a salvar. Te va a alejar de la perversidad y la arrogancia. Porque las nubes no tienen idea de lo que es ser humano. Y como nosotros sí lo sabemos, necesitamos mirarlo para recordar que hay algo más allá de la maldad y la bondad.
No te ahogues en vos. No te autodestruyas. Levantá la vista y apreciá el cambio. La transformación. Tus propios pensamientos van a dejar de perturbarte y nada te va a poder dañar. Cuando mires hacia arriba lo de acá abajo se te olvidará.
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