La separación de The Beatles, insinuada por Paul McCartney simultáneamente con el anuncio del lanzamiento de su primer álbum en solitario, el 17 de abril de 1970, estuvo rodeado de rumores y certezas que revelaron una relación que el paso del tiempo, el éxito y los lazos personales se habían resquebrajado hasta hacerse insoportable..
En el comunicado integrado con el disco, hubo cuatro preguntas que McCartney respondió sobre los Beatles:
–¿Echas de menos a los otros Beatles o a George Martin? ¿Alguna vez pensaste: Qué bueno sería tener a Ringo aquí por un tiempo?
-No.
-¿Estás planeando un nuevo álbum o grabando una canción con los Beatles?
-No.
-¿Es el disco el final de los Beatles? ¿Es el comienzo de tu carrera en solitario?
-El tiempo dirá.
-¿La salida de los Beatles es permanente o momentánea? ¿Por qué sucedió?
-Diferencias personales, diferencias comerciales, diferencias musicales. Pero sobre todo porque estoy mejor con mi familia. ¿Temporal o permanente? Realmente no lo se.
El efecto de las declaraciones «oficiales» de Paul fue instantáneo. El domingo 10 de abril, el diario sensacionalista Daily Mirror amaneció con letras de noticia catástrofe que sentenciaban: «Paul abandona The Beatles». El fin de la historia era una realidad. Al menos el fin de la de la banda que había dado vuelta como una media el mundo de la música popular.
Y aunque desde Apple intentaron calmar las aguas con una declaración que ni los que la escribieron se la creyeron, las cartas estaban echadas, y la decisión del bajista de lanzar su primer álbum en solitario solo una semana antes – Déjalo ser -, fue la gota que colmó el vaso. O, también, el sello que legitimó el certificado de defunción del grupo.
Pero lo cierto es que la audacia de Paul no fue la primera piedra que arrojó alguno de los chicos del Liverpool en dirección a una carrera en solitario. De hecho, el 27 de marzo del mismo año que Ringo había lanzado Viaje sentimental, un enfoque particular de los clásicos del jazz de 1930.
Y lo mismo habían hecho en noviembre de 1968 George Harrison y John Lennon. Mientras que el primero abrió el juego con la banda sonora de la película Música de Wonderwall, segunda apostó por la experimentación musical con Música inacabada N° 1: Dos vírgenes y sus sucesores, La vida con los leones Y Álbum de boda. En los tres casos, en asociación con Yoko Ono.
Pero ninguna de las cuatro obras anteriores a McCartney firmadas por ninguno de los Beatles se clasificó en un plano de competencia abierta con trabajo colectivo como lo hizo el despegue de Paul, que se encargó de grabar todos los instrumentos de su nueva creación. Algo como la demostración de que podía arreglárselas solo. De ahí, quizá, esa sensación de que no había vuelta atrás.
Por tanto, más allá de la comunicación pour la gallerie de la discográfica creada por el cuarteto, todo indica que tanto Ringo como George y John se pusieron inmediatamente a trabajar en sus propias producciones.
Y aunque el baterista fue el primero en agregar su Beacoups of Blues A la lista de álbumes en solitario de los ex Beatles, la sorpresa la dio Harrison, quien el 27 de noviembre dio a luz a Todas las cosas deben pasar, el primer álbum triple de la historia, que incluía 23 temas grabados entre mayo y septiembre de ese año, con una selección de músicos que imponían mucho más que respeto.
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No sólo enseña a jugar al ajedrez, Lapicki es un apasionado de la música, con ancla en el grupo surgido en Liverpool, de la mano del mítico John Lennon. Influencia perenne.
Basado en un poema del gurú enteógeno Timothy Leary que parecía predecir más el cierre de una era, no solo de los Beatles: «Todo tiene un final, un amanecer no dura toda la mañana». También le dio al músico la posibilidad de dar a conocer canciones que llevaban años esperando su turno, como ¿No es una lástima?, Wah-Wah, Cuidado con la oscuridad Y El típico.
«Estoy seguro que quería que la gente viese que era compositor y creador de discos muy logrado por derecho propio. Lo que se escucha en este álbum es un George Harrison liberado, sin filtros ni limitaciones», dijo Dhani Harrison, quien coordinó la reedición y el remix del álbum para su 50 aniversario.
Pero Dhani no paró ahí. Durante la entrevista al diario ABC, de España, reflexionó sobre el monumental trabajo con el que su padre se destetó del grupo que lo vio crecer.
«Esto no quiere decir que mi padre pensara que los Beatles lo estaban reteniendo, pero es lo que sucedió.. Hay que estar hecho de una pasta especial para salir de los Beatles y luego hacer un disco como este, con el que seguir mirando hacia adelante. Fue un álbum atrevido y valiente», indicó.
A pesar de apuntar a ese tipo de freno que los Beatles supusieron para su padre, a la hora de amplificar su propio trabajo, Harrison Jr. evitó atribuir el impulso creativo de su padre a la disolución de la banda.
- Con información del Diario de Cultura
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