Es una escena de los últimos tramos de la película «Blonde» la que hace sentir al espectador como si estuviera viendo un film de terror, probablemente para representar el efecto de las drogas que consumía Marilyn Monroe. Pero las sensaciones de horror aparecen en muchísimas ocasiones, especialmente porque se representa el dolor que atraviesa una persona en busca del amor de un padre jamás conocido, y la explotación sexual de los hombres del poder.
Como ocurre en los largometrajes bibliográficos, la línea entre la ficción y lo que realmente pasó es muy delgada. Es imposible asegurar que el cien por ciento de las terribles escenas que atraviesa Marilyn realmente pasaron (el intento de ser ahogada por su madre cuando era niña; una violación de un productor de cine; los golpes de su segundo marido; su utilización como “objeto” para que satisficiera los deseos sexuales del Presidente de Estados Unidos; entre muchas otras).
En lo que respecta a la creación de mitos y tergiversación de la historia, hay un error gravísimo que se ve en la muerte de Charles Chaplin Junior, quien en la película muere el mismo año que Marilyn en 1962, mientras que en la vida real ocurrió en 1968. De las escenas con John F. Kennedy es mejor ni hablar.
Es usual ver a la actriz que interpreta a la estrella del cine del siglo XX (Ana de Armas) con el ceño fruncido y pensativa. Sufre más de lo que goza. Quien sonríe es Marilyn, pero Norma sufre. Los guionistas cumplieron con el objetivo de acercar al espectador a un ser humano que resultó ser un sex symbol fenomenal, pero que no por ello dejaba de tener tanto dolor como cualquier ciudadano promedio.
LEER MÁS:
Millones idolatran y desean a Marilyn. ¿Pero quién piensa en Norma? Esa es la gran pregunta que se ve acompañada por ciertos personajes, como el hijo de Charles Chaplin y el escritor Arthur Miller, quienes parecieran haberle dado a Norma Jean ese amor sincero que todos buscamos.
Norma triunfó en su carrera, pero ninguna luz fue lo suficientemente brillante para hacerla evitar el suicidio. Evitar la decisión que implicó la culminación de su dolor. Un dolor causado por una madre en estado psiquiátrico y el abandono en su niñez; por las pérdidas de sus embarazos; por la falta de seguridad sobre sí misma para criar a un ser humano. O al menos así lo muestra la película dirigida por Andrew Dominik.
Norma Jean terminó con su vida, pero Marilyn sigue existiendo. Porque eso es lo que hace la pantalla. Perpetúa los deseos y proyecciones de la sociedad, olvidándose de recordar que todos sufrimos y que nadie se salva de las tragedias de la existencia. Ni siquiera la más bella mujer. Por sobre todo, la más bella mujer.
0 comments on “Los inquietantes mensajes de «Blonde», la película sobre Marilyn Monroe”