Quirós, un «humanista», se lanzó en busca de la jefatura porteña, con el aval de Larreta

Con el inmediato apoyo de la líder de la Coalición Cívica, “Lilita” Carrió, el ministro de Salud de CABA, Fernán Quirós, se embarcó en la carrera para suceder en la jefatura del Gobierno porteño, a Horacio García Larreta, quien el cederle la palabra lo tomó fraternalmente del hombro. No ocultó el porteño – en espera interminable de una resolución de la Corte sobre los fondos coparticipables que le quitó la Nación -, su “preferencia” por apoyar un candidato del PRO. Aunque – en un juego dual y democtático dentro de una coalición -, no dejó de instar a que la gente decida primero en una elección interna entre varios postulantes, entre los que mencionó a Martín Lousteau (un radical al que corteja), Soledad Acuña y Jorge Macri, el bonaerense que saltó de Vicente López y apoyan los duros, entre ellos su primo, el expresidente Mauricio y Patricia Bullrich.

Quirós, un sanitarista de 60 años que se granjeó el reconocimiento de todos los sectores durante la desventajosa lucha contra la pandemia, se presentó como “un servidor público” capaz de ponerse al frente de la crisis económica y social, para recuperar “salud emocional y la sensación de bienestar”, de la que está careciendo la población.

“He tomado la decisión, de prepararme para poder competir el año que viene”, dijo sin introducirse en polémicas con eventuales rivales. Destacó que tiene una “evaluación muy positiva” de la actual gestión. Señaló que comparte muchas cuestiones, pero sutilmente agregó qque además pretende aportar “una alternativa con una visión profundamente humanista y una red social de contención, para atravesar estos momentos difíciles”.

La palabra humanista fue clave para atrapar a Carrió, quién además, calificó a Quirós como “buena persona, íntegra, transparente y republicano”.

Si la discusión de las candidaturas en muy mal vista por la ciudadanía (lo dijo con toda claridad el senador radical mendocino Alfredo Cornejo), es un hecho que los posicionamientos están a la orden del día tanto en el gobernante Frente de Todos, como en la oposición de Juntos por el Cambio.

Con tantos nombres lanzados al aire – como “el panadero”, esa plantita de semillas mágicas que se lanzan pidiendo buena suerte -, es sabido que habrá que esperar un tiempo más para precisar a los futuros representantes. El horno no está para bollos. Está visto que hay visiones contrapuestas de país y que encontrar un liderazgo que seduzca es muy parecido a hallar una aguja en un pajar. A seguir, por ahora, sufriendo con el Mundial de Fútbol…