El despertar puede ser tan glorioso como un resultado inesperado en la lotería, así como también un dolor de cabeza que durará el resto del día. Pero a pesar de las infinitas posibilidades de lo que pasará y los diversos escenarios con los que podemos encontrarnos en este mundo, nos vamos a levantar.
Cualquier joven u adulto que este iniciando sus estudios del idioma inglés, aprende la diferencia entre wake up (despertarse) y get up (levantarse). En el español, como se debe, utilizamos los recursos gramaticales y determinadas expresiones a nuestra manera. La diferencia entre salirse de la cama o despertarse ya no importa tanto cuando conversamos sobre la iniciación de nuestro día. Pero ¿qué hay antes del despertar y de pisar un pie en el piso de la humanidad?
Los sueños y el tiempo que estamos durmiendo son fuentes de estudio. El primero da pie a la psicología y el segundo puede corresponder al análisis de nuestra salud. Sin embargo, vamos más atrás de todo eso.
Para algunos dormir puede ser una tarea fácil y para otros no. Descansar es una tarea obligatoria, por más que queramos señalar a este sistema de explotador y consumista, algo de ocio nos permite. Para algunos más y para otros no tanto, pero el caso es que al menos un minuto vamos a tener, quizá en secreto, quizá en una colectividad, para pensar y conectarnos con nosotros mismos.
El dormir puede ser parte de ese minuto. Un minuto que quizá puede disfrutar tanto un empresario alojado en el edificio más lujoso del mundo, como un trabajador explotado en las tierras donde el Estado y la política de libertad no se hacen presentes.
Un minuto, una hora, diez segundos. Algo por nuestras mentes sucede. Algo en nuestro corazón también. Elaboramos y recreamos quizá momentos de tristeza, de alegría o de pasión. Volvemos a tener presente la historia que nos hizo hoy. Luego, nos despertamos y caminamos en las calles de la humanidad. Calles limpias y bien diseñadas, o destruidas y sucias ante el paso de lluvias y tormentas. Estén como estén, la obligación y nuestro interés es transitarlas para alcanzar esa conexión con otros humanos, de la cual depende tanto nuestro sistema de sentimientos.

¿Qué nos deja entonces la vida luego de climas lluviosos o soleados? ¿Qué nos deja ese momento frente a la ventana que da hacia grandes edificios o frente a ese campo mojado y húmedo? Un tiempo de libertad. Un tiempo de propia comprensión. Un poco de lo que la vida nos deja al pasar. Y un mundo increíble para caminar.
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Bendito sea que pueda ve la rosada luz del día (Freud) Y, sí, para creyentes o no, la vida es un milagro. Busquemos el paraíso, por más que la tierra a veces se parezca a un infierno. epende de nuestra actitud, nuestras ganas, nuestra honestida en todas sus variantes……Que la alegría venza a la tristeza. Acostumbrémonos a usar el BUEN DIA, GRACIAS, PERDON. Seamos humildes, y generosos de corazón. Felicitaciones!
hay errores tipográficos. el que pueda…..Depende. ….honestidad.
PERDÓN