Pintando con azul y oro antimacrista
Juan Ramón Riquelme no sólo demostró saber jugar al fútbol y meterse en el corazón de los hinchas. Como Maquiavelo, volcó la balanza a favor del sector que desplazó a Angelici-Macri.
Juan Ramón Riquelme no sólo demostró saber jugar al fútbol y meterse en el corazón de los hinchas. Como Maquiavelo, volcó la balanza a favor del sector que desplazó a Angelici-Macri.
Hoy a elecciones en Boca, el club desde donde Macri se catapultó a la jefatura de gobierno de la Ciudad y luego a la Presidencia. Una historia apasionante contada por Federico Polak.
Seis meses después de publicada una nota en Humanidad, Alejandro Fabbri, dio su versión sobre la famosa pelea televisiva que catapultó a la fama mediática a Horacio Pagani.
En medio de la puja en Boca, donde la política mete la cola, la derrota del equipo de Gallardo, ante el Flamengo, deja lecciones saludables, según Fernández Moore.
Alfil del presidente electo y cercano a gobernadores e intendentes, el titular del PJ porteño, trabaja para dar por concluida la influencia del actual Presidente en el popular club de fútbol.
La posibilidad la agitó, como plan «B», el periodista Verbitzky. El líder del PRO pretende tener una apoteótica despedida y ser el jefe de la oposición al peronismo.
Polak, ex interventor en el club de la Ribera, hace un rico relato, en la que se mezclan las pasiones, el deporte, los negocios y la política.
Detrás del personaje que se saca de las casillas en la TV, Pagani, se considera un periodista cultor, como enseñaba Panzeri, del fútbol como dinámica de lo impensado.